Un fenómeno llamado Andrés Marcelo Nocioni, quien no cerró la puerta de volver a jugar en Argentina... ¿en Independiente?

Es un ser excepcional. Un deportista excepcional. Sólo unos pocos pueden ser profesionales del básquet desde los 13 años. Sólo unos pocos pueden mantenerse en un club con capacidad de ganar una Euroliga como el Real Madrid con 37 años. Sólo unos pocos son campeones olímpicos, de la liga española, subcampeones mundiales y el palmarés sigue un buen rato más. Sólo unos pocos pueden superar a semejante atleta. Sólo unos pocos pueden compararse a Andrés "Chapu" Nocioni.
lunes, 13 de marzo de 2017 · 19:27

El multicampeón y referente de todos los equipos en que jugó, nos descartó la posibilidad de seguir jugando en el básquet argentino, y por que no en la Ciudad que lo adoptó como un piquense mas, donde vive su familia y lugar en el que vivió épocas doradas.

Si bien la actualidad de nuestro básquet es complicada, pero con un jugador como "Chapu", con todo lo que puede aportar a los mas jóvenes, se puede soñar en grande. 

 

 

La adquisición más reciente para la vitrina de Nocioni es la Copa del Rey 2017 el 19 de febrero pasado. Fue la tercera consecutiva para los blancos. La labor del galvense no fue sobresaliente en la final ante Valencia, pero sí ante Baskonia en las semifinales. La cuota de intensidad, persistencia, pasión, la da muchas veces el "Chapu". Como en el partido ante Brasil en los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016. Aquella tarde, el madridista fue el máximo anotador del encuentro con 37 puntos en un memorable 107-111 a favor con dos suplementarios.


Nocioni es nuestro. Es santafesino. Nació en Gálvez. Se crió ahí. Empezó en Ceci Basket Ball Club en esa localidad del centro de nuestra provincia. Se destacó en la etapa más exitosa de Olimpia, club venadense que fue protagonista de la LNB en la segunda mitad de los '90. Y vuelve cuando puede a Gálvez. A su Ceci. Allí donde están los Chapulines, nombre en su honor, la escuela de básquet que lleva su apodo. Muchísimos trofeos no lo cambian. Él es el mismo. Con más edad, viajado por el mundo, con mucha más plata que hace 20 años, consagrado. Es el mismo. Su esencia es la misma. Es igual que cuando debió dejar su pueblo para progresar deportivamente. Eso hace su figura aún más valorable. Mirador Provincial dialogó con Andrés.



 

-¿Cómo viviste la final de la Copa del Rey con el Madrid? 

 

-Muy contento porque se consiguió otro título con el Real Madrid jugando muy bien. Muy contento de haber sido parte del equipo, por el trabajo hecho.

 

-¿Cómo se hace para mantener la motivación con 37 años después de todas las cosas que vos conseguiste?
 

-Es algo natural. Me gusta competir. A uno le gusta competir, le gusta ganar, duele perder. Entonces uno trata de motivarse desde eso. Tratar de ganar siempre no depende de la edad sino más que nada de ser competitivo, de ser trabajador y estar preparado para los momentos claves de la temporada.

 

-¿Cuáles son las aspiraciones del Madrid cuando todavía falta la parte decisiva ahí en España? 
 

-El objetivo mayor es tratar de ganar la Euroliga. Es uno de los torneos más importantes del mundo a nivel basquetbolístico. Obviamente no queremos descartar para nada la liga española. Me parece que es un gran torneo para ganar y para jugar, pero la Euroliga es lo que realmente nos quita el sueño.

 

-¿Cómo vivís el hecho de ser suplente en el Madrid? 
 

-Bien. Creo que tengo una edad y es lo que tengo que hacer. Ayudar desde el banco, aportar experiencia en momentos clave. Tratar de ser una buena persona dentro de un vestuario, dentro de un grupo. Trato de asumir esa responsabilidad porque también es parte de un rol dentro de un equipo. No creo que tenga que generar ningún conflicto eso. Al contrario. Trato de ayudar a la gente que está por delante mío.

 

-¿Qué recuerdo te quedó de Ceci en tu Gálvez? 
 

-Tengo muchos recuerdos. Trato de estar en contacto con ellos, con el nuevo proyecto que están haciendo en el club que realmente es un proyecto muy lindo (el resurgimiento del deporte del aro en divisiones menores). Ya están jugando competiciones regionales. Eso me gusta. Tengo un recuerdo increíble porque es donde empecé a jugar, es donde me crié, donde tengo amigos, conocidos. Es un club que estuvo unos años un poco desaparecido, pero con el tiempo se está volviendo a regenerar, está volviendo a ser un equipo de barrio que aspira a competir en algunas competiciones regionales con un proyecto lindo que incluye a los chicos, a los jóvenes para volver al deporte. Y no sólo en baloncesto.

 


-¿Y de Olimpia? ¿Qué recordás de tu paso por Venado Tuerto? 
 

-Fue un año raro. En lo deportivo para mí fue muy bueno. Con 16 años, ser protagonista de un equipo como Olimpia fue muy importante. La situación del club fue un poco complicada. Tuvimos varias dificultades económicas. No fue para nada fácil la situación en ese aspecto, pero en lo deportivo fue espectacular. En lo personal, conocer gente, amistades, también fue un espectáculo. Estoy muy agradecido a la gente de Olimpia. Ojalá que se pueda recuperar de la situación que ha vivido. Traté de mandar algún video de apoyo. Me hace mucha ilusión que pueda llegar a competir y ser un lindo club como lo fue. 

 


-El partido contra Brasil en Río 2016 ya quedó en la historia del deporte argentino. ¿Cómo fue aquel encuentro?


- Fue algo increíble en el sentido del contexto. Por cómo estábamos, en qué lugar. Sabiendo que Brasil debía ganar sí o sí ese partido. Nosotros también para poder clasificar a segunda ronda. Realmente haberle ganado a Brasil en su casa, en su juego olímpico y además habiendo jugado el mejor partido en la Selección Argentina fue una alegría muy grande, una linda sensación. Siempre tenemos esa rivalidad con Brasil. En mi caso es una rivalidad totalmente sana, pero muy contento de haber sido parte de eso. Ganarle a un equipo tan duro como es Brasil. Lo que se vivió fuera de la cancha también fue espectacular. Fue un espectáculo de parte de las dos hinchadas.

 

-¿Cuál fue tu mejor etapa como basquetbolista? 
 

-Creo que hay muchas. Mi primera etapa en Baskonia fue buenísima. Mis primeros cinco años en la NBA fueron muy buenos. Todos tuvieron sus cosas positivas y negativas. No tengo ninguna situación mala dentro mi carrera en el sentido de haber estado muy incómodo. Pudo haber sido el caso de Sacramento (Kings) que siempre lo dije abiertamente. Las demás fueron todas experiencias muy bonitas porque uno no sólo juega al básquet, sino que hace grandes amistades, gente que va conociendo en esta carrera tan linda. Estoy muy orgulloso de todos los pasos que he hecho en los diferentes lugares, diferentes países, diferentes culturas.

 

-¿Cómo seguirás vinculado al básquet después de retirarte? ¿Eso lo pensaste? 
 

-Todavía no lo he pensado. Pienso que todavía me queda un poquito más. Voy a ver cómo decido, voy pensándola mes a mes a esta situación. Para nada voy adelantándome a los hechos. Mi idea es tratar de ayudar de alguna manera al básquet argentino, pero ya veremos cómo, dónde y en qué lugar podría hacer ese cometido.


 

-¿Se puede soñar con volver a verte en la Liga Nacional de Básquet jugando para algún club? 

 

-Es cada vez más difícil. He alargado un poco más la carrera en Europa, más de lo que yo pensaba.

 

 

-¿Extrañás los viajes en ómnibus por Argentina con Olimpia o con Independiente General Pico cuando jugabas la liga? 

 

-Sí, fue parte de mí. Crecí, la pasé muy bien, tengo muy buenos recuerdos. Obviamente que se extraña jugar una liga nacional, pero uno está envuelto en esto y es lo que hay. Ahora me toca estar en el Madrid. En el futuro veremos qué es lo que pasa.

 

-¿Qué te falta lograr adentro de una cancha? 

 

-¡Uh! No sé... Sinceramente no lo he pensado. Me hubiera gustado muchísimo poder haber estado en la NBA en equipos competitivos que puedan llegar a aspirar a un título. Es lo único que me puede llegar a faltar.

Un Mundial con la Selección Argentina, pero bueno. Son objetivos que tampoco me sacan el sueño. Son cosas que uno desea, que uno podría haber logrado. Lamentablemente no se consiguió. Me quedan muy pocas cosas para hacer dentro de una cancha. Creo que le he dado a este deporte lo que le tenía que dar. Creo que he sido un jugador honesto, de un carácter diferente. Creo que he dejado una huella que no es para nada fácil dejar en un deporte tan competitivo como el baloncesto.

 

Fuente: El Litoral

 

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