Un lector de LA ARENA escribió ayer a la redacción de este diario para contar la historia de un robo que se perpetró el viernes pasado, en horas del mediodía, bajo una curiosa modalidad: uno o más desconocidos engañaron a una anciana por teléfono y lograron que la mujer les entregara voluntariamente sus ahorros y un reloj de importante valor.
"La señora Liria Laco, de 84 años, recibió un llamado en su domicilio donde (alguien) decía ser su nieto, un conocido ex jugador de básquet. El llamado le pareció raro a la anciana, más que nada por el tono de voz de quien decía ser su nieto. En ese llamado, el supuesto nieto, le decía a Liria que a él y a su familia, les parecía bien que por razones de seguridad, ella no tenga dinero ni joyas en su casa, que habían hablado con gente del banco y que seguramente la iban a llamar para ir a retirar todo lo de valor que pudiera tener en su casa así de esa manera quedaba más seguro en una caja de seguridad”, escribió el lector de este diario.
"Por lo que dicen los vecinos, Liria le reiteró a quien hablaba que la voz se la notaba rara. La persona que hablaba -supuestamente su nieto- le decía que estaba resfriado, por eso lo raro la de la voz. Después el ‘nieto’ le dijo que no se olvide que en unos minutos la llamaban del banco y que le iban a pasar a buscar las cosas de valor”.
El llamado el "banco”.
"Este cuento del tío con ribetes increíbles sigue con otro llamado. Minutos después del primer llamado, otra voz en el teléfono le preguntaba a la mujer si ya había hablado con su nieto, que hablaban del banco para pasar a buscar objetos de valor de su casa. La abuela respondió que sí, que la había llamado su nieto y que pasen por la casa y ellas les entregaba las cosas”, siguió el relato del lector.
"Esta mujer vive en calle Alvear, entre Garibaldi y Oliver. A los pocos minutos le tocan el timbre y la mujer confiada y con gran inocencia le entregó a quien sería un ladrón $11.000 en efectivo y un reloj de oro de un importantísimo valor. Después de tomar el dinero y el reloj, el hombre se alejó de la casa caminando. Todo ocurrió en pleno centro y a plena luz del día, entre las 11 y 12. A los pocos minutos Liria llamó a su nieto para decirle que ya había entregado todo al hombre del banco. Ahí se descubre el cuento del tío. Es bueno también aclarar que unos días antes le habían robado del mismo domicilio una moto de un empleado de ella, por un portón que da a la calle Alvear”, concluyó.
Por este hecho fue radicada una denuncia en la Seccional Primera.
"Los engañó ella”.
En la Villa Santillán, el mismo día en que le llevaron el dinero a Liria, otra mujer de 75 años, que vive sobre la calle Emilio Zola, logró zafar del ardid. "Esta gente va probando con distintos números hasta encontrar a una persona adulta. Con algunas preguntas van sacando información y se hacen pasar por un familiar. Después le preguntan a la víctima si tiene dólares, euros o alguna cosa de valor. En el caso de la mujer que vive sobre la Emilio Zola, el delincuente que llamó era una mujer que se hizo pasar por una nieta”, dijo el jefe de la Seccional Tercera, Gustavo Orozco.
"La mujer se dio cuenta de que algo raro había y les entregó dos collares y un anillo de fantasía. Los engañó ella. Después llamó a un sobrino y juntos vinieron a hacer la denuncia. Aparentemente la gente que está operando con esta modalidad no es de acá”, agregó el comisario.
Tras la denuncia, la mujer de Villa Santillán realizó un detallado identikit del hombre que fue a retirar las joyas aunque la policía aún no logró dar con él. En inmediaciones de la casa de la víctima no hay cámaras de seguridad por lo que la localización se hace más difícil.
Fuente Y foto La Arena
