"Telos" en crisis por los tarifazos y la merma de clientes

El aumento en las boletas de luz...
domingo, 6 de mayo de 2018 · 14:22

El aumento en las boletas de luz, agua y gas, sumado a la baja del poder adquisitivo de las personas, hacen que el negocio de los albergues transitorios acabe con un panorama complicado.

La crisis económica que atraviesa nuestro país se acrecienta y prácticamente no hay sectores que no la sientan. Unos más que otros, pero en todos de alguna manera repercute. No hay duda que en los albergues transitorios, el momento es muy duro. Según datos de la cámara que los nuclea hubo "un retroceso del 20 por ciento en el ingreso de clientes, y un aumento de entre el 300 y 500 por ciento en lo que refiere a los servicios en los últimos meses a nivel nacional". Las tarifas de luz y gas, algo fundamental para el desarrollo de esta actividad y la necesidad imperiosa de tres turnos de personal, complicó el panorama de manera alarmante.

"El sector está en una situación muy difícil, que no es exclusivamente de nuestro rubro, puntualmente por diferentes factores múltiples, donde tiene mucho peso la situación económica de la gente en general. En el último tiempo se notó una baja importante, y a nivel clientes hay una porcentaje que oscila el 20 por ciento, pero en donde se nota mayor dificultad no es sólo en la baja, ya que al no ser un producto de primera necesidad, sino que es relacionado con el entretenimiento o diversión, el aumento de los costos hace que los negocios sean inviables y en el mejor de los casos hacer un esfuerzo para tratar de sobrevivir", dijo José Capello (presidente de la Federación Argentina de Alojamientos por Hora FADAPH) 



Cambiaron los hábitos
Por Jorge Rodríguez



Aunque la situación económica es determinante, el cambio de hábitos tiene mucho que ver en que los albergues transitorios se encuentren hoy "pidiendo pista". Nacidos allá por 1937, con el cierre de los prostíbulos y la consecuente sanción de la ley de profilaxis, tuvieron su momento de esplendor hasta los años 90, cuando muchas cosas comenzaron a cambiar. Lo que primero se conoció como "amueblada", fue después hotel alojamiento, pero el término más reconocido sigue siendo "telo". Esos nidos de amor llegaron a ofrecer enorme cantidad de lujos a sus clientes, muchos de los cuales morían por los colchones de agua, los jacuzzi o los saunas, algo que movió hasta el mismísimo Ringo Bonavena, que cierta vez por televisión, cuando se le preguntó por el tema, respondió con su habitual verborragia. "Yo no sé si van a coj... o bañarse". Años antes, el cine nacional había narrado divertidas historias de lo que ocurría puertas adentro. "Hotel Alojamiento" en 1966 y "La Gran Ruta", en 1971, ambos filmes dirigidos por Fernando Ayala, fueron producciones cargadas de cierta osadía para aquellas épocas. Pero todo fue mutando y cierto sentido de la privacidad comenzó a desaparecer, todo esto acompañado de otros factores, entre ellos y como primordial el económico. La vida se hizo más light, los jóvenes manejan otros códigos y las parejas eligen para un momento de pasión la casa de sus padres, en muchos casos con la misma anuencia de ellos. Lejos, pero muy lejos, quedó ese prurito que generaba ingresar a un alojamiento donde él aceleraba los pasos y ella disimuladamente buscaba taparse el rostro. Y aunque todavía los tramposos en esto del amor puedan hacerse una escapada, o existan aquellos que cueste lo que cueste no quieran dejar pasar la oportunidad, o que haya matrimonios que lleguen en búsqueda de dos horitas de tranquilidad, lo cierto es que ya no es lo mismo de antes. Y si a la merma de clientes se suman los gastos fijos (luz, gas, agua y empleados son esenciales para el rubro), es muy difícil que los números cierren. Costumbres distintas y costos exorbitantes se convirtieron en una letal ecuación.

1
3
30%
Satisfacción
5%
Esperanza
10%
Bronca
5%
Tristeza
0%
Incertidumbre
50%
Indiferencia

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