Suelta de miles de palomas

El libro del Génesis hace referencia al primer mensaje.
domingo, 1 de septiembre de 2019 · 10:26

De acuerdo al relato bíblico, tras el Diluvio Universal Noé soltó desde su Arca a una paloma, que regresó al cabo de unas horas porque no tenía donde posarse. Siete días después la dejó volar nuevamente y el ave volvió al atardecer, en ese caso con una ramita de olivo en el pico. Las aguas habían bajado.
Por su extraordinaria capacidad de orientación, su velocidad, su andar silencioso y su amor incondicional al nido, la paloma mensajera ha sido utilizada como medio de comunicación desde la más remota antigüedad. Según el naturalista Charles Darwin, el primer colombófilo de la historia fue el faraón Userkaf, quien durante la quinta dinastía egipcia (3000 a. de C.) empleaba las aves para enviar recados.
Más acá en el tiempo aparece la primera representación de una suelta multitudinaria, a través de una pintura en las galerías subterráneas de Medinet-Abú que anuncia el advenimiento de Ramsés III.
Los griegos, los chinos, los romanos y las diferentes civilizaciones a lo largo de los años también se valieron de las cualidades de las mensajeras, especialmente durante los diferentes conflictos bélicos, organizándose palomares militares no solo para enviar partes sino también como un medio de espionaje excepcional. Sólo en la Primera Guerra Mundial, más de cien mil palomas fueron empleadas por diferentes ejércitos, con un 95% de efectividad en el transporte de noticias.
Ya en tiempos de paz, los servicios de salud también utilizaron a las palomas para enviar muestras de sangre o medicamentos entre hospitales.
Hoy, la «columba livia doméstica» (esta variedad de paloma bravía) sigue asombrando con sus características únicas de la mano de miles de colombófilos de todo el mundo. En competencias deportivas llegan a recorrer más de mil kilómetros desarrollando velocidades que muchas veces superan los 100 km/h.

Miles.
Una de las sueltas más grandes del país en la actualidad se realizó ayer desde el Autódromo Provincia de La Pampa, en Toay. Distribuidos en cuatro camiones, a las 8 de la mañana se abrieron los jaulones y un total de 17.000 palomas salieron despedidas en busca de sus nidos.
Las esperaban palomares de Rosario, Casilda, Junín, La Plata, Mercedes, Pergamino, Luján, San Pedro, Capital Federal, Córdoba y el conurbano bonaerense, entre otros lugares del país. A las 11, los primeros ejemplares fueron recibidos en Pehuajó; a las 13.30 ya estaban llegando las que tienen sus casas en Mercedes y un par de horas más tarde los chips marcaban a las que tuvieron que recorrer los 800 kilómetros hasta Esperanza, Santa Fe.
La competencia, denominada «Especial Santa Rosa, La Pampa», fue organizada por la Asociación Sociedad Colombófila la Mensajera de Pergamino y estaba reservada para la categoría Pichones. Se tata de ejemplares de hasta un año de vida, que por su genética, el entrenamiento y el cuidado de los colombófilos, ya recorren enormes distancias a un promedio de entre 95 y 100 km/h.
Muchos pampeanos se acercaron al autódromo a presenciar este espectáculo único, que muestra cómo el deporte ha mantenido viva una tradición milenaria. Aunque algunos ejércitos, aún hoy, conservan unidades entrenadas para actuar en potenciales conflictos. Las telecomunicaciones pueden fallar.

6
3
36%
Satisfacción
9%
Esperanza
18%
Bronca
27%
Tristeza
0%
Incertidumbre
9%
Indiferencia

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