Talleres le ganó a Racing con un golazo en el final y es más puntero que nunca

Los cordobeses se impusieron 2-1. Michael Santos abrió la cuenta con un bombazo. Lo empató Lisandro López, de penal. Lo definió Enzo Díaz, a cinco del final, con un derechazo inatajable. Le sacó tres puntos a Lanús, que el lunes enfrenta a Newell's en la Fortaleza.
sábado, 18 de septiembre de 2021 · 20:38

La pregunta sobrevuela en Avellaneda, después de un triunfo con ribetes históricos, porque aquí no había ganado en las últimas dos décadas: ¿hasta dónde llegará Talleres? Consumida casi la mitad del campeonato, se sostiene en la cima de la tabla con un equipo serio, sólido desde su arquero y los centrales, afirmado en el medio y explosivo en ataque. Pero necesitó del oportunismo para vencer a Racing. Porque otro de sus buenos recursos es el remate de media distancia. Ya había sorprendido Michael Santos en el amanecer del partido y Enzo Díaz, en el final, le dio la victoria con otro golazo. Todo en el medio de un arbitraje cargado de polémicas.

Racing está abrumado, como la noche del sábado. No encuentra un funcionamiento aceitado, más allá de que nunca fue menos que Talleres en los noventa minutos. Claudio Ubeda cambió el esquema y algunos intérpretes, pero el equipo sigue mostrando las mismas deficiencias que arrastra del ciclo de Juan Antonio Pizzi. Hace cinco partidos que no gana y empieza a preocupar la tabla anual porque está lejos de la Libertadores y no le sobra nada para clasificarse a la Sudamericana. Tiene la Copa Argentina por delante, pero el rendimiento inquieta.

¿Por qué salieron Darío Cvitanich y Lisandro López, los mejores y más experimentados, en el segundo tiempo, justo cuando Racing dominaba? Quizá el entrenador creyó que iban a sufrir el desgaste de un partido demasiado físico y ya no estaba Enzo Copetti, expulsado en el arranque. No obstante, se perdió volumen de juego. Alexander Medina, en cambio, recién movió las fichas sobre la media hora del complemento, cuando Angelo Martino ingresó para desestabilizar el sector de Juan José Cáceres, endeble, a espaldas de Benjamín Garré, que tampoco fue una solución. Por ese andarivel llegó el gol del éxito cordobés, después de un desborde de Carlos Auzqui que rechazó Nery Domínguez, pero encontró el pecho y la pegada magistral de Enzo Díaz.

El partido, no obstante, pareció romperse en los primeros diez minutos. Primero, con el bombazo de Santos, que llegó después de una buena presión de Talleres a partir de un saque de costado de Eugenio Mena. Más tarde, por el codazo de Copetti sobre Nahuel Tenaglia. Inadmisible, delante de las narices de Patricio Loustau. Si la intención fue disputar la pelota, no se notó. No pareció querer impulsarse con el brazo el delantero chaqueño. El árbitro lo expulsó y Racing, muy temprano, se quedó con diez hombres.

Todo hacía pensar que Talleres iba a aprovechar su superioridad numérica. Sin embargo, los cordobeses optaron por ceder la tenencia, esperar rezagados, apostar a la recuperación y salir disparados de contra ante un rival que, se presumía, podía caer en la desesperación. Sin embargo, Racing compensó esa ausencia en el ataque con mucha concentración y amor propio. Aun con sus limitaciones, intentó generar algo de juego con Cvitanich, Lisandro López y Matías Rojas, los futbolistas de buen pie que eligió Ubeda para lograr sociedades, o con algún desborde de Mena, bien contenido. Así y todo, el primer intento fue un remate de Fabricio Domínguez por encima del travesaño de Guido Herrera. Ocurrió a los treinta y cinco minutos de la etapa inicial.

Estuvo muy cortado ese primer tiempo. Hubo 15 faltas, 10 de los cordobeses. Una de ellas fue el preanuncio de la expulsión de Héctor Fértoli. El Rayo, que poquito brilló en la Academia, llegó tarde a una pelota que rechazó Leonardo Sigali. Ese pisotón terminó por dejar al zaguero afuera de la cancha, reemplazado por Mauricio Martínez en el complemento. Un rato después, bajó a Fabricio Domínguez en la puerta del área cuando el uruguayo le había ganado la posición y se disponía a meter el centro atrás.

Loustau otra vez acertó, pero no tuvo nada de lucidez en la jugada siguiente: Rojas ejecutó el tiro libre y el árbitro compró una falta de Enzo Díaz sobre Cvitanich. La fabricó el sabio atacante de 36 años. Porque empujó a su marcador, el lateral lo abrazó y Darío se tiró. De esa infracción llegó el empate de Lisandro desde los doce pasos.

Ese envión contagió en el comienzo del segundo tiempo, cuando Fabricio Domínguez sacudió de media distancia y exigió a Herrera. Después, probó Aníbal Moreno y otra vez respondió el número uno visitante. Llegaron los cambios y Carlos Alcaraz cabeceó a la salida de un córner en el travesaño. Racing empujaba, Talleres resistía.

Correa no aportó nada en el ataque. Hubo una clara falta de Juan Ignacio Méndez sobre Mena, un brazo del volante en la cara del chileno. Era penal y Loustau no sancionó. Lo buscó Racing, pero lo encontró Talleres con ese zurdazo de Díaz. Para impulsar su liderazgo en exclusividad, a la espera de un traspié de Lanús este domingo ante Newell’s.

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