Cristina Kirchner se encuentra rodeada de lúmpenes y sin ninguna relevancia política

Como era de esperarse...
domingo, 15 de junio de 2025 · 00:59

Como era de esperarse, tras la ratificación de la condena a Cristina Kirchner, comenzó la avalancha de desatinos a los que los kirchneristas ya nos tienen acostumbrados. Siempre me llamó la atención la cantidad de figuras con escaso nivel intelectual que ocuparon cargos durante sus gestiones. No sólo se caracterizaron por su corrupción estructural, sino que además actuaron como un grupo de aventureros con una capacidad de análisis paupérrima.

Ahora se llenan la boca repitiendo la palabra “proscrípción”, como si lo verdaderamente importante fuera que la exmandataria no podrá postularse como diputada provincial a raíz de este fallo. Lo que en realidad quedó demostrado fue una red de corrupción que arrancó con una denuncia de Javier Iguacel y pasó por manos de múltiples magistrados. Su candidatura no es relevante para nadie más que para su círculo más cercano.

En esta era de desinformación, es necesario explicar una y otra vez que en la Argentina no hay nadie proscripto, y que “el lawfare es una tontería que inventaron los políticos corruptos de todo el mundo y que los fans de CFK repiten como zombis”. Ahí vemos a todos los integrantes del Foro de San Pablo hablando de lawfare, muchos de los cuales enfrentan acusaciones similares. Lula, Rafael Correa, Evo Morales... todos salieron a respaldar a CFK con ese relato.

El verdadero asunto es el aparato delictivo que el kirchnerismo construyó desde sus orígenes. Tras la sentencia, resaltó entre las reacciones ese despropósito llamado Axel Kicillof, quien afirmó que “la Cámara de Comercio de Estados Unidos pidió el fallo”. Es casi increíble que alguien pueda expresar semejante disparate. Axel nunca decepciona en ese sentido.

Me resultan particularmente cómicas las intervenciones de algunas figuras del mundo del espectáculo. En alguna ocasión se molestaron conmigo por sugerirles que se limiten a opinar sobre lo que conocen, ya que en cuestiones políticas muestran una alarmante falta de comprensión. De todos los disparates, resalta el del actor Juan Minujín, quien sostuvo que “tres jueces que nadie votó proscriben a una candidata”. El pobre Juan, en su ignorancia monumental, parece no saber que los jueces de la Corte son designados por el Senado y que no existen jueces elegidos por voto popular. Algunos actores creen que por memorizar textos tienen autoridad para opinar, cuando en realidad la mayoría hace un papelón al hablar de política.

Este tipo de declaraciones son incontables y refuerzan la idea de que el kirchnerismo fue una estructura delictiva impulsada por personas con escasa formación. A ese relato hay que enfrentarlo constantemente. “CFK está inhabilitada porque en su gobierno se robó. Si no hubieran robado a cuatro manos, podría ser candidata sin problemas.”

Como era de prever, también hubo episodios de violencia, otro sello inconfundible del kirchnerismo. El ataque a TN —según se supo, organizado por La Cámpora— contó con la participación de José Lepere, exsecretario del Interior durante el cuestionado gobierno de Alberto Fernández. Este personaje, cercano a Wado de Pedro, demuestra hasta dónde están dispuestos a llegar. También se registraron pintadas intimidatorias frente a la vivienda del periodista Gustavo Noriega y en Radio Rivadavia. Los seguidores más radicalizados del kirchnerismo, haciendo lo único que saben hacer.

El horizonte judicial de CFK está marcado por más causas en trámite. Mientras tanto, el peronismo muestra su peor faceta: la de alinearse detrás de una condenada que ya no representa a nadie, en un contexto donde la conexión con la ciudadanía está completamente rota.

Es necesario mantener una posición firme contra el kirchnerismo, pese a las advertencias de figuras como Pablo Avelluto, exministro de Cultura, quien opinó que “festejar la condena de CFK alimenta las divisiones”. Frente a estructuras mafiosas, no sólo hay que derrotarlas: hay que dejarlas sin posibilidad de resurgir. No me une nada con los K que saquearon el Estado y persiguieron a quienes pensaban distinto. Están caídos, y no se los puede dejar volver.

“Cristina disfruta ahora de esta centralidad idiota, pero yo tengo una buena noticia: en unos días esta efervescencia bajará y Cristina quedará sola, rodeada únicamente por lúmpenes y sin ninguna relevancia política.” En el mundo político, todo el mundo es prescindible. Y Cristina no será la excepción. Fuera de su núcleo duro, nadie la respalda. Nadie de peso moverá un dedo por ella. “Nadie importante se junta con el apestado.”

Comentarios