Los cortes de gas podrían repetirse: el Gobierno frente al dilema entre ahorrar dólares y la escasez de energía

A mediano y largo plazo...
domingo, 6 de julio de 2025 · 09:44

Los episodios como los de esta semana, con interrupciones en el suministro de gas, podrían repetirse durante el invierno. Y en los meses de calor, los cortes eléctricos podrían incrementarse notablemente. Aunque parezca evidente, los especialistas del ámbito energético coinciden en que estos escenarios podrían evitarse con una mejor articulación entre los distintos niveles del Estado y, sobre todo, con una medida poco simpática para el Gobierno: destinar más fondos a subsidios y compras externas de energía, con el fin de no comprometer el abastecimiento durante jornadas de clima extremo.

A mediano y largo plazo, las respuestas de fondo son las inversiones en infraestructura que permitan ampliar la capacidad de transporte de gas y electricidad desde las zonas productoras hasta los centros urbanos, así como la necesidad de desarrollar pozos de gas destinados exclusivamente a cubrir la demanda de los picos estacionales, lo que supone costos más elevados.

Déficit de gas y problemas con la electricidad

En los últimos días, se registraron restricciones en el suministro de GNC, afectaciones a la actividad industrial, a las exportaciones, e incluso a miles de usuarios residenciales en Mar del Plata, San Martín de los Andes y Trevelin. La combinación de una altísima demanda domiciliaria con una brusca baja en la producción de Vaca Muerta —provocada por el congelamiento de ductos en plantas de procesamiento— generó un escenario crítico.

Daniel Dreizzen, ex titular de Planeamiento Energético y actual directivo de la consultora Aleph Energy, advierte: "Si hay bajas temperaturas se pueden repetir estos cortes. El tema es que el factor de seguridad para poder evitarlo es muy caro. Si se hace una infraestructura nueva, se va a usar solo estos pocos días, y eventualmente se puede usar el resto del año para exportar a Brasil."

En ese sentido, Dreizzen propone como alternativa la contratación de más buques con gas natural licuado, que puedan abastecer un regasificador en Bahía Blanca, como ocurría hasta 2023. Aunque esta solución también implica un costo elevado, ofrece una mayor seguridad de suministro y evita situaciones de desabastecimiento.

Desde una petrolera con actividad en Vaca Muerta, un alto directivo que pidió no ser identificado sostiene que una opción viable sería fomentar inversiones en yacimientos de dry gas (gas seco, con escaso contenido de hidrocarburos líquidos) destinados a cubrir la demanda invernal.

Actualmente, el gas nacional se comercializa en torno a los 3,50 dólares por millón de BTU, mientras que el destinado exclusivamente al invierno podría superar los 6,50 o incluso alcanzar los 8 dólares. Esa diferencia la asumirían los consumidores —hogares, comercios e industrias— a través de subas tarifarias, o bien el Estado, mediante mayores subsidios.

El mismo referente empresarial considera que un mantenimiento más adecuado de las plantas, con previsiones para enfrentar condiciones climáticas extremas, podría haber evitado la caída productiva reciente.

Mario Cairella, ex vicepresidente de Cammesa —la compañía que administra el mercado eléctrico mayorista—, remarca que hubo demoras en las decisiones oficiales para instruir a las usinas térmicas a reducir su consumo de gas y reemplazarlo por combustibles alternativos, como el gasoil o el fuel oil, que resultan más costosos.

Esa demora representó un alivio momentáneo para las cuentas fiscales —al no trasladarse el mayor gasto al consumidor—, pero también fue, en parte, responsable de las interrupciones en el suministro.

Por su parte, Emilio Apud, ex secretario de Energía, sostiene que después de los gobiernos kirchneristas, "el sistema se descapitalizó por US$ 25.000 millones, que es la cantidad de dinero necesaria que se invierta para volver a tener la calidad de servicio que había en el 2001."

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