Los tanques que Petri adquirió a EE.UU cuestan u$s 32 millones más que los comprados por Brasil

El Ejército argentino enfrenta una nueva...
domingo, 6 de julio de 2025 · 10:44

El Ejército argentino enfrenta una nueva discrepancia a raíz de la gestión de Luis Petri. El ministro de Defensa rubricó una carta de intención para adquirir los vehículos blindados sobre ruedas Stryker, anuncio que realizó durante un encuentro con el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, en el Pentágono.

Los Stryker forman parte del catálogo militar de Estados Unidos, utilizados en conflictos como Afganistán e Irak, y están diseñados para el traslado rápido de tropas y equipos. Según informaciones oficiales, la selección de este modelo responde a una estrategia que prioriza la movilidad, la protección y la capacidad de respuesta ante diversas situaciones operativas. Se trata de unidades adaptables a diferentes escenarios y misiones, con posibilidad de incorporación gradual según las necesidades logísticas y de capacitación que establezca el Ejército Argentino.

Durante la conferencia de prensa junto a Hegseth, Petri afirmó: «la Carta de Aceptación de Oferta (LOA) entre la Argentina y los Estados Unidos para la adquisición de los Stryker es un paso concreto en la reconstrucción de una Argentina que defiende la libertad, que vuelve a invertir en su defensa, que recupera capacidades y se planta con firmeza ante los desafíos del siglo XXI, para garantizar la paz de los argentinos y del mundo».

No obstante, desde el Ejército señalaron que se habían evaluado otras alternativas que consideraban superiores. Una de ellas era el Guaraní de Brasil, vehículos muy parecidos a los que ya emplea Argentina, con la ventaja adicional de que sus componentes mecánicos, como motor y transmisión, son argentinos, fabricados por IVECO. Según pudo saber LPO, la entrega de los 27 vehículos estadounidenses se realizará en dos tandas: cinco unidades en julio y el resto en diciembre, con un costo total de 100 millones de dólares, un precio inferior al del mercado gracias a que se trata de una compra directa entre gobiernos.

De haber optado por los vehículos brasileños, más económicos, el mantenimiento podría realizarse íntegramente en el país. El Ejército trabajó intensamente en esta cuestión y recibió varias propuestas, pero el consenso mayoritario favorecía a los Guaraní, cuya principal ventaja era que provenían de Brasil, es decir, del Mercosur, y contaban con motorizaciones Iveco que implican un mantenimiento más accesible y la posibilidad de fortalecer la industria nacional.

La fuente aseguró que «el ejército no los había recomendado. El Guaraní aventaja al Striker en que no se impone límite de cantidad, son nuevos, se transfiere tecnología de fabricación de partes y es interoperable con Brasil».

Actualmente, los militares están molestos con Petri debido a su intención de cerrar la constructora de las Fuerzas Armadas.

«Los EEUU limitan la cantidad, nos entregan un lote de usados que Chile descartó oportunamente. No son anfibios y puede ser que venga una flota final heterogénea, con menor ciclo de vida útil y mayor costo de mantenimiento. Es relevante que no sean anfibios. No van a poder varear nuestros ríos», detallan.

La propuesta brasileña consistía en 161 vehículos (156 + 5 para entrenamiento) por 400 millones de dólares, lo que implica un costo unitario cercano a los 2,5 millones de dólares, frente a los 3,7 millones que cuestan los Stryker. Esto significa que, si se hubiese comprado la misma cantidad a Brasil, el gasto habría sido 67 millones, es decir, 32 millones menos que la suma desembolsada ahora.

De hecho, la decisión está alineada con un posicionamiento geopolítico de Argentina hacia Estados Unidos en materia de Defensa, que continúa la línea iniciada con la compra de los F-16 y el proceso de adhesión a la OTAN.

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