Santa Rosa: alarma por 11 personas intoxicadas con monóxido de carbono

El hecho...
viernes, 13 de mayo de 2022 · 11:00

El hecho ocurrió en una vivienda ubicada sobre la calle Quinquela Martín 2650, de esta ciudad. Algunos de los intoxicados fueron trasladados al Hospital Lucio Molas. "Creo en los milagros de Dios... para mí fue un milagro", dijo Silvia, la dueña de casa.

Una masiva intoxicación con monóxido de carbono puso en alerta a las autoridades policiales y sanitarias de la capital pampeana. Una bebé y otras dos nenas menores sufrieron desmayos y tuvieron que ser asistidos en el Hospital Molas.

De acuerdo a lo que pudo saber El Diario, todo ocurrió en una vivienda ubicada sobre la calle Quinquela Martín al 2650 en el barrio de Villa Germinal de esta ciudad.

La policía tomó conocimiento de la situación apenas pasadas las 8:00 horas e inmediatamente se inició un operativo de asistencia.

Una bebé fue llevada por su madre en un taxi al Hospital "Dr. Lucio Molas" y otras dos nenas menores de edad fueron trasladadas al Hospital "Dr. Lucio Molas" en ambulancias luego de sufrir desmayos.

Poco después se corroboró que todo habría sido consecuencia de "un calefactor que quemaba mal".

 "Afortunadamente, todos están fuera de peligro... estaban un poco descompuestos, y con dolor de cabeza. Lo están atendiendo y no hay nada raro por ahora", confirmó una fuente policial consultada por este diario.

"Uno ya está de alta... dos están con 98 por ciento de saturación esperando la carnoxihemoglibina para irse de alta", agregaron desde el Hospital Molas.

"Un milagro de Dios"

Silvia Noemi Sosa, 52 años, la dueña de casa, contó en diálogo con El Diario el momento de desesperación que vivieron. "Creo en los milagros de Dios... para mí fue un milagro", sostuvo.

En la casa viven Silvia, junto a su esposo Jacobo Varas (58), y sus hijos Juan Gabriel, Rocío y Micaela. También sus nietos Olivia de 1 año, Benicio de 6, Teho de 7, Victoria de 9, Ana de 11, Luna de 11, Meteo de 13 y Fernando de 18 años. La familia es oriunda de Caleta Oliva. Silvia y Jaboco son pastores evangélicos.

El calefactor, según contó la mujer, había sido revisado hace dos semanas por un gasista de Toay al que identificó como José, quién -según dijo- les había recomendado "tapar la salida".

Anoche decidieron prenderlo por el frío. Incluso llegaron a percibir que la llama que emitía el artefacto era de color amarillo.

En cuanto el grave episodio que les tocó sufrir, contó: "A las seis de la mañana mi hija Rocío me despierta y me dice que la bebé, Olivia, de un año, está muy amarilla y los ojitos se le van para atrás... pensamos que era un broncoespamo entonces llamamos un remis y salieron urgentes para el hospital", dijo.

Comentarios